ORIGEN DEL NOMBRE

Banu-Rabbah (Hijos de Rabbah), tribu de los Benimerines que poblaron el valle del Genal.

HISTORIA BREVE
Benarrabá ventana De época romana existen vestigios en el Puerto de las Eras. También existió una vía que pasaba por las inmediaciones y que uniría las ciudades romanas de Lacipo y Arunda.
Durante la época islámica se lleva a cabo el asentamiento bereber y al final del periodo se conoce al pueblo con su nombre actual.
En 1495 perteneció al Señorío de Medina Sidonia.
Miguel Alcobendas relata cómo el 27 de abril de 1636 el Duque, Don Gaspar Alonso Pérez de Guzmán, se desplazó a Montilla para recoger a su esposa Doña Juana Fernández de Córdoba en un viaje sin parecido en la comarca: “... Figuraban gran número de criados de la Casa luciendo galas de camino, todas bordadas de plata y oro, con grandes riquezas en armamento, tahalíes y cadenas de oro”.
En el s. XVIII, Madoz cita el despoblado de Jarque.
Durante la Guerra de la Independencia destacan por su valentía nombres como Salvador Calvente.
En 1820 se crean los partidos judiciales y Benarrabá pasa a pertenecer al partido judicial de Gaucín.
1940 se construye la carretera.

LEYENDAS

Los tintoreros de Benarrabá.
Cuenta la leyenda que en la tribu de los Banu-Rabbah, había una familia de tintoreros que trabajaban junto al río Genal y que lograban unos colores magníficos. Decían que el patriarca, Abdelselam ben Arrabat, era un gran alquimista y realizaba complicadas y efectivas fórmulas para tratar los tejidos. Se valía de una extensa gama de piedras, tierras y polvos que obtenía de la sierra, de las plantas y de los animales. Sus investigaciones lo llevaron a descubrir un color al que bautizó como “qarmazí”, hoy carmesí, cuya fórmula permaneció secreta hasta su muerte, siendo entonces revelada por uno de sus hijos. Resultó provenir de una cochinilla llamada “Qarmaz”, de ahí su nombre, con la que obtenía el brillante color. La conseguía de los pinos y las encinas que poblaban la montaña. Se trata de un insecto, cuyo nombre científico es chermes ilicis, que vive sobre las coscojas.

Otras Leyendas
Existencia de un castillo que se comunicaba con el de Gaucín mediante un paso subterráneo. Dicho castillo dominaba los poblados de Gaucín, Jubrique, Genalguacil y Algatocín por lo que era considerado vigía del valle.